¿Arreglado o informal? ¿Trendy o adusto? ¿Complejo o sencillo? ¿Especial o normal? Son preguntas que nos hacemos diariamente en nuestras vidas a la hora de vestirnos. Depende de la edad, del sexo, de la ocasión, del carácter del evento, de la compañía…incluso del estado de ánimo, si me apuráis.
Pero hay también ciertos momentos de duda prolongada sobre si esto o lo otro no será excesivo o defectuoso; el coloquial «too fix, too scruffy«. Este demasiado arreglado, demasiado desaliñado es cuando os recomiendo un truco, que no suele dar lugar a fallos.
Os propongo unos looks, a modo de juego. Coged el vaquero que más os guste, unas zapatillas informales pero no deportivas, y una sudadera, preferentemente con capucha. Vayamos por partes.
Empecemos por abajo. Las zapatillas, pero no deportivas, ojo, (no al menos al uso). Os propongo algunas:
Mismo rollo, pero en otro color:
Una última apuesta, una de las marcas que es mi debilidad, una de las «deportivas arregladas» que más me gustan y por ello, ya la poseo:
Ahora vamos a ponernos la parte de abajo, una vez calzados. Los vaqueros son un clásico que se reinventan constantemente. Algunos de mis preferidos de este fall/winter son estos:
La parte de arriba, indiscutible y a lo casual total, pero tiene su punto también:
Y con esto… ¿qué look combinaríais vosotros? Dejádmelo escrito y ya diré cuál es el mío. ¡¡A ver si acertáis!!