Archivo | abril, 2012

El triángulo perdido

30 Abr

Para hoy tenemos un menú completo, divertido, fácil, rico y para toda la familia, masculina preferentemente, pero ya todo es tan ambiguo que cualquier cosa es unisex forever and ever.

De primero, segundo y postre (¿Véis como era básico el menú?) vamos a hablar de una de las prendas básicas del verano, clásicas, que siempre están ahí pase el tiempo que pase. En todas sus formas, clases y colores, el bermudas es la prenda para hombre por excelencia en verano.

Aunque ahora se estilan en gran variedad, lo cierto es que son más típicos de texturas frescas (como el lino) o clásicas como el poliéster y demás sintéticos. Pero teniendo en cuenta que hay poco cash y que aún así compraremos, os muestro algunas de las propuestas que Zara nos presenta y que a mí más me gustan.

 

De lino en color rojo, con un cordón de cinturón, perfecto para combinar con camisas lisas.

 

De lino en color camel, con dobladillo por encima de las rodillas.

 

Color tierra mojada, de lino también, con cinturón marrón.

 

En azul marino, imprescindible.

 

Similar al anterior, pero de un corte más sport, disponible también en tostado, pistacho o blanco.

 

 

CONSEJO DEL DÍA:

«Un hombre no es sólo lo que está comprendido entre pies y cabeza»

(Walt Whitman dixit)

 

 

 

Emociones encontradas

27 Abr

Se va. Pep nos deja. Se va el más grande entrenador e idéologo que jamás ha pisado y conocido el club catalán, con permiso de otro gran visionario, casi rayano a lo que ha hecho el gran Guardiola, don Johann Cruyff.

El más osado entre los valientes abandona el barco cuando más se le necesita para volver a reconducir la nave barcelonista hacia la epopeya de callar bocas y devolver guantazos. Eso que él tan bien sabe hacer, y que no hará (por el momento) más en este, su club. Pep, el gran pensador de una idea de juego, de un sustento capaz de alimentar las más oscuras de las épocas personales y generador activo de sentimientos y emociones en tiempos corridos, cede el mando a quién aún conserva la ilusión por hacer aún más fuerte y grande lo que ya lo es.

 

 

En resumen, la vida sigue, pero sin él no será lo mismo.

Sus aportaciones metodológicas y tácticas al planeta fútbol no quedarán diseminadas en el subsuelo de la memoria, porque los buenos aficionados no lo permitiremos. Ha sido un ejemplo, y no solamente dentro de un campo, si no fuera. Ha sido vilipendiado muchas veces, ha aguantado idioteces tremebundas, comportamientos entre lo irreal y lo surrealista, apartado autobuses a base de paciencia y no desesperar y ha trazado líneas cartográficas para ser seguidas por viajeros futuros del tren de la ética, la moral y el compromiso con unos ideales futbolísticos.

<<Pep ha sido más que el inventor del falso nueve, el agitador de aquel 10 reconvertido en jugador total, el ataque en masa organizado, de hacer bueno el dicho que la mejor defensa es un buen ataque, el portador del estandarte del espectáculo, el defensor de las injusticias, el estratagema perfecto en las ocasiones comunes, el incisivo personaje del dentro-fuera-dentro, el precursor de aunar varias estrategias de otros deportes aplicadas al fútbol de élite con algo más que eficacia, el loco que ha vuelto al 3-4-3 o, incluso, el motivador de prodigios con la sed saciada.>>

Yo le entiendo. El desgaste de estar en tensión permanente, de no poder permitirte un minuto de paz, armonía y serenidad durante 4 años ni más ni menos, acaba hasta con el más paciente y venerable de los mortales. Sus lágrimas atestiguan muchas cosas, entre ellas su capacidad de ser humano.

Él, entre otros, hace que yo me quiera superar día a día como persona, con mis jugadores. Y por eso me quedo con emociones encontradas. Porque no se merecía la crueldad del Martes pasado, doblegado de pie mientras el tiempo maldito corría y corría para terminar de desmenuzar las pocas dudas de continuidad que tuviera. Lo bonito del fútbol es también lo más cruel.

Le honran muchas cosas, pero la que más, que nadie lo pueda tachar de oportunista. Dijo en Octubre que no seguiría. Y lo cumplió. Dijo que si alguna vez morían, sería a su manera, como ellos saben. Y lo cumplió. Dijo que el día que no pudiera más, que las fuerzas flaquearan y no sintiera el mismo anhelo por conseguir lo de siempre, lo dejaría. Y lo ha cumplido.

Divergencias aparte, ha sido un placer poder vivir sus ideas, aprender cosas de él.

Dos cosas nos deja en el papel: 

1. Su ideología, que recojo en breves frases.

 

«La vida no es ganar siempre. Cada ser humano tiene golpes, y no significa lo que ganas si no cuándo y cómo nos levantaremos. Y nos levantaremos, claro que sí»

 

«Mañana a las 20:45 saldremos a este campo, a intentar jugar al fútbol lo mejor posible. En esta sala (la de prensa), él es el puto jefe, el puto amo, el que más sabe del mundo y yo no quiero competir ni un instante. Sólo le recuerdo que hemos estado juntos 4 años. Él me conoce y yo le conozco»

 

«Nosotros sabemos ganar, porque lo hemos demostrado y este club sabe muy bien perder, porque ha perdido mucho más de lo que ha ganado»

 

«A lo mejor es así y a lo mejor soy irónico, desafiante, crecido, meo colonia…»

 

«Antes de cada partido que jugamos, un día antes o dos antes, me voy a un sótano; allí no hay luz exterior. Ahí tengo un pequeño despacho, que me lo he arreglado, me he puesto una alfombra, una luz…y allí me encierro. Y llega un momento fantástico, el que da sentido a mi profesión. Creerme que soy técnico por ese instante, ese instante, mágico, cuando me doy cuenta…a veces me dura un minuto veinte, un minuto treinta… a veces me he de ver hasta dos partidos, pero llega un punto que digo <<lo tengo: vamos a ganar mañana>>.

 

2. El vídeo motivacional de la primera champions.

 

 

La fiesta de las fiestas

25 Abr

Ya terminó…

Pero en el inicio, el rugido de la tormenta de tambores acechando, el sonido atronador de las oleadas de músicos bajando el empedrado sin aire en los pulmones, el jadeo masivo de la expectación como sonido del viento y la avalancha de sensaciones agolpadas en un mismo cuerpo.

Mis ojos, dilatados, se abren de puerta en puerta para aguzar la vista, tratando de arañar el resquicio que me permita ver de donde procede el ensordecimiento que me aturulla y me pone en alerta.

Ya bajan. Ballets, animales, imposibles combinaciones de abastracción y color, olores clásicos de antaño, decorados insólitos y espectacularidad.

 

 

Ya veo. Y me emociono, recorriendo por mi cuerpo un escalofrío que eriza hasta el último de mis poros y me llena de una forma que no sabría decir, ni explicar con la inmensidad del vocabulario y la gramática. Y se acercan, me rozan, y mi voz queda en nada al lado de la belleza dulce y enigmática del sonido, del tacto imaginario y la vista asombrada.

Ya lo noto. Me dejo llevar, un día tras otro, cada vez que el acorde vuelve y vuelve en un bucle precioso de felicidad. Y hay u castillo, y olor a pólvora, y valentía ante la lluvia y serenidad ante al emoción. Y hay, y existe, y está en el ambiente el grito desahogado de un año entero de espera para recibir el aplauso de quiénes mercen ser aplaudidos por estar durante muchas horas como espectador.

Ya se enciende. El colorido homenaje, el espectacular guión, el sibilino acento a tradición y a modernidad que impregna la ciudad cuando todo el peso de la oscuridad cae en manos de los participantes del rito y de la fiesta. Rueda el líquido, la alegría, la música y la sonrisa.

 

 

Ya despierto. Parecía un sueño, pero no lo fue. Fue el día señalado en el calendario desde hace ya mucho tiempo. Y disfruté de otro mundo, de otro tiempo, en otra ciudad. Y se conjugaron las palabras y sentimeintos más hermosos en el espacio corto e intenso: la compañía, inmejorable; el soberbio interés, inigualable; la confirmación de las sospechas, infatigables; el corazón en un puño tras la marea, inexplicable; y la imprevisibilidad de los actos, acciones y tejemanejes del dios del tiempo, que otorgaron mayor épica si se puede, inimitables.

Ya terminó… y ahora si, el maravilloso espectáculo. Volveremos a vernos, con lluvia o sin ella, pero siempre con la sonrisa de mentireta en la cara.

 

CONSEJO DEL DÍA:

«El destino es el que baraja las cartas,

nosotros los que las jugamos»

(Arthur Schopenhauer dixit)

 

Error 404: Not Found

20 Abr

Los dilemas en la vida están a la orden del día. Siempre debemos escoger ente una cosa o la otra. En las más suertudas ocasiones, podemso tener ambas, aunque dudo que en las condiciones plenas o satisfactorias que nos gustarían. Y la moda, a la hora de vestir, no es una excepción. Me fascinan los visionarios que tratan de adelantarse a las tendencias y conjugan prendas incombinables como verbos en tiempos diferentes en un poema de Bécquer.

Y yo es que siempre he sido un innovador, pero hay cosas en als que el clasiscismo imperiante siempre es la solución adecuada de la suma de 2 y 2. Por ello, y para ayudar a solventar algunas de las dudas que a veces se nos presentan a la hora de comprar/ponernos un traje, he aquí una especie de guía espiritual y técnica sobre cómo proceder y sobre cómo NO.

 

SÍ:

1. Combinarlo con un buen maletín de piel, de diseño moderno, con toques de color (a juego o que rompa drásticamente con el traje).

2. Con calcetines. Parece una estupidez, una obviedad, pero más vale prevenir que curar, vamos. Y es que alguno puede pensar que el verano permite alguna licencia… Ahora los hay de diferentes tejidos para cada época del año, y sirven para dar un toque de distinción (que no llamar la atención ni parecer un prostíbulo). Además, están los clásicos o los modernos y súbitamente interesantes estampados.

3. Con camisas básicas o de rayas, de colores vivos, nada de tristezas. Rosa pálido, azul y blanco son los 3 colores del abecedario del traje. En todas sus tonalidades y versiones. No es bien visto una camisa con botones al cuello y corbata, por lo que os insto a que os fijéis. Y ni se os pase por la mollera poneros camisa de manga corta, ni con las subidas de la temperatura en la época estival. Tejidos ligeros, pero manga larga.

4. Zapato de cordones, hebilla o brogues (tipo troquelado). Esto luce, viste, lo parte, queda estupendamente. Lo otro, algún mocasín o naútico, es meter la pata hasta el fondo del pozo más oscuro y frío que nos imaginemos.

 

 

5. Corbatas de colores sobrios y estampados discrestos. Deben evitarse los tonos flúor. Aunque yo discrepo un poco, porque a veces, una corbata divertida quita un poco de sobriedad al asunto, lo cual también favorece siempre y cuando la situación lo permita, de lo contrario, andando con lo de toda la vida y una que nos motive.

A la hora de hacer el nudo, nada de exageraciones. clásicos de toda la vida y andando,que no parezcáis payasos venidos a menos.

6. Los pantalones deben ir ceñidos, nada de caídos. Y para ello , pa cualquier problema con la posición de estos, debe usarse el cinturón. En su defecto, tirantes. A mí personalmente no em gusta el cienturón con el traje, es decisión propia, por lo que hago el traje con arrglos a medida también en la cintura, ya que los tirantes tampoco me convencen.

 

Y teniendo en cuenta estas pequeñas cosas, ínfimos detalles, cuando asistas a un evento de traje, no pasarás desapercibido por el mal estilo combinando cosas. Las mentes de los congregados no dirán eso que internet muchas veces (más de las que nos gustaría), nos dice eso de «Error 404: Page Not Found».

 

CONSEJO DEL DIA:

«Juego el juego por el juego mismo»

(Sherlock Holmes dixit)

 

Sin sentido

18 Abr

Dejamos atrás los días de fiesta, de celebración, para sumergirnos de nuevo en la más absoluta (y en muchos casos terrorífica) realidad cotidiana. No es mejor, ni peor, pero es diferente respecto a lo que viene siendo últimamente.

Desde hace algún tiempo, llevo pensando escribir un artículo con cosas que me rondan la cabeza y que aún hoy, tras varios años intentándolo, no atino a comprender… ¿Me puede explicar alguien el sinsentido en el que se ha convertido esto?

De verdad no me cabe en la mollera que gente con estudios universitarios (por ser mi caso, aunque habrá otros) tenga que aceptar a regañadientes situaciones que en el pasado eran comprendidas por mí como cómicas. Me niego a resignarme con algo que no me gusta porque no es lo que yo pensaba y me he especializado. Y aunque alguno se tome esto como una puta ofensa, lo digo así de claro: BASTA YA DE COMER MIERDA.

No tengo por qué agachar la cabeza por una miseria de sueldo y un trabajo que se anuncia como «Publicidad y RR.PP.» y que cuando vas a la entrevista de trabajo, el puesto es más para un monosílabo incompetente que para ti. Y siento decir, a quién le duela, que no he estudiado durante 4 años, me he partido los cuernos en cursos y me he gastado un dineral para tener que decir que sí a la primera cosa que me ofrezcan si no me parece de recibo el salario, el trabajo o las expectativas de futuro.

Y no malinterpretéis mis palabras, ni mucho menos. No digo que espere un puesto preferente nada más comenzar a trabajar, que quiera ser director creativo o brand manager de un importante anunciante. Sé que debo empezar por abajo, y ganarme las oportunidades a base de esfuerzo, trabajo y eficiencia. Pero estoy hasta los mismos testaferros de que me intenten meter por el agujero de salida o me traten de vender con el argumento de la crisis un sueldo que mierdas de caballo superarían, un trabajo que debo aceptar y que durmiendo en un pantano aprendería más y, por último, una serie de responsabilidades que los Playmobil podrían ejecutar.

Me siento preparado para retos mayores, estoy capacitado para no sucumbir a la presión del todo, el ya o el ahora. Y pienso que si me ofrecen cosas que no me gustan, ni me llenan, no las aceptaré. Prefiero esperar, prefiero seguir formándome en lo mío, en las cosas que me gustan y me llenan, y seguro, cuando la oportunidad, agazapada, se presente, como buen cazador la apresaré.

Por favor, de una santa y puñetera vez, dignifiquemos el trabajo y las profesiones. Que no caigan en saco roto las frustraciones, los esfuerzos y los años pasados estudiando, repasando, aprendiendo. Mejoremos esto, que de nosotros depende en gran parte. En nuestra mano está no perder poder frente a lo grande, a pesar de que las hienas siempre estarán ahí para aprovecharse de la situación, no siendo capaces de ver que se están mordiendo su propio trasero y serán fulminadas el día que ya no interesen.

CONSEJO DEL DÍA:

«El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura»

(Miguel de Unamuno dixit)