He aquí una felicitación de Navidad y Año Nuevo muy especial, la que más para mí. Mi equipo de benjamines de La Nucía, al que yo entreno, celebraba el último entrenamiento antes de las fiestas y de darles unas merecidas (este año sí) vacaciones.
Aquí con el presi del club, Tomás Llorens, y con el coordinador del fútbol base, conocido mundialmente por "El Pibe".
Cómo habréis podido observar, íbamos preparados para la ocasión.
Les compré gorros de Papá Noel con luces y unas diademas con cuernos de reno. Y de esta guisa salimos a entrenar: los defensas de delanteros y viceversa, todos fuera de sus posiciones y Pijama y yo de porteros. Y partidito directo, sin tonterías. Y eso sí, con los gorritos puestos que hacía mucho frío.
Pero antes, una foto de grupo para que se viera que somos amigos todos a pesar de que le volviera a ganar, por decimocuatrigésima vez a Gonzalo en nuestro particular duelo de pistoleros.
Y tras esto, nos esperaba una merendola preparada a tal efecto porque ellos se lo merecen, todo y más. A los místers nos cayeron regalitos, que no hacían falta pero se agradecen. Una caja de bombones y un videojuego para mí, y la cajita de bombones para Pijama, por perder en el partido.
En el campo, antes de la pugna por la supremacía del campo.
Lo positivo fue que pasamos un buen rato haciendo piña, haciendo grupo, haciendo amistad.
Y ahora, paso a redactar la carta que le pido a Papá Noel en nombre del equipo:
«Querido y enternecedor barbudo barrigón,
solamente te pediré cosas muy sencillitas este año, ya que el dinero no nos sobra a ninguno. En primer lugar, te pido que estos niños nunca pierdan la ilusión por jugar al fútbol, que siempre vengan con una sonrisa y se vayan con una sonrisa, aún mayor. Que cuando estén con un balón entre los pies no existan los problemas, las preocupaciones o el cansancio. En segundo lugar, me gustaría que les dés la capacidad para seguir mejorando de la forma que lo están haciendo, que estén atentos y se impliquen en todo lo que se les diga para aprender lo máximo posible. En tercer lugar, mira a ver si puedes traerles más dosis de buen fútbol a sus pequeños, por el momento, pies, los mismos que hacen que se disfrute tantísimo de esto con ellos. En cuarto lugar, que les vayas quitando esas pequeñas pero molestas manías que me desesperan como el miedo al balón, el girarse para que nos les dé un golpe o los controles que saben hacer y se ponen nerviosos a veces. Y por último, te pido una cosa que puede tardar un poco más en llegar, pero no me importa, así tienes tiempo de buscarla: tráete la Liga para que estos «melones» de tíos la disfruten y la saboreen si se la merecen. De ellos depende.
¡Ahh! Se me olvidaba una cosa: que Gonzalo llegue puntual, de vez en cuando y para variar.
Un saludo, campeón«.
Fdo. El Míster (Hugo)
PD: Perdonarme por la calidad de las fotos, pero se ve que los padres estaban tan emocionados que no atinaban con el objetivo quieto.
CONSEJO DEL DÍA:
«No consientas que nadie te diga
qué no puedes hacerlo».
(Alguien dixit, seguro estoy)
Etiquetas: deporte, fútbol, navidad, niños