Lunes. Crítica. Mal día para haberse levantado si te sientes aludido en los siguientes párrafos, campeón. Si no es así, al menos te reirás, que no es poco y a mi me vale por un millón.
Al lío que lo bueno, si breve, dos veces buenos es. El top five de esta semana:
– A los que aburren hasta a las ovejas con más paciencia que un santo. He visto oratorias y discursos más beligerantes y tremebundos entre animales sin capacidad de hablar. De tanto decir lo mismo, las palabras ya no suenan igual, discurren igual y penetran sin vaselina igual para intentar joder al tonto de turno. Que no señores y señoras, que ya no convencen ni al apuntador al que pagan, que el pobre lo hace porque no le queda más remedio y le irá al vida en ello. Por favor, un remiendo a personas con coeficiente tan pequeño que una pulga les pueda ganar y que hacen de Moisés abriendo aguas y dando sermones y terminan empapados de otras cosas menos líquidas que el agua.
¡PUM!
– A lo que no tienen sangre para hacer las cosas que hay que hacer. La receta es la siguiente (para que veáis que se puede probar): se detecta/establece/plantea el objetivo; se motiva uno para realizarlo; coge y mueve un pie, luego el otro y así de manera sucesiva; lo mismo con el resto de partes del cuerpo; se ponen ganas, coraje y huevos (sin batir a poder ser, y frescos, imprescindible) y por último, se hace el asunto. ¿Fácil, verdad? Pues, por favor, dejad de leer y empezar a practicar. Que si algún vampiro levantara la cabeza pensaría que hay crisis hasta en eso…
¡PUM!
– A los que deciden quitar series buenísimas y dejar las malas(barra) pésimas. Y qué verdad eso de que mala hierba nunca muere. Y qué mentira lo de que es el espectador el que decide. Más que nada porque a mí nunca me han preguntado si quería seguir con la parrilla actual, pero bueno. Pero estoy convencido de que en algún momento a ellos les harán lo mismo y sabrán lo que vale un peine, sobretodo si aún no son calvos. Por favor, solo deseo que se os corte la luz en el último episodio de vuestra serie favorita y ya no os la podáis descargar, muahahahaha (risa maligna, poner énfasis).
¡PUM!
– A los agoreros del mundo mundial. Sois más pesimistas que la afición del Barça, entre los que me encuentro. Y yo soy de los positivos que aún quedan. Pero mi no entender que cuando el vaso está medio vacío se vea así y cuando está casi rebosante, como si no lo estuviera. Es el tipo de cosas que a mí, como persona, me toca las bowlings (era para no decir huevos, pelotas o cojones…ooops, lo dije) y me perturba hasta el punto de preguntarme qué hay que hacer para sacarlos del victimismo generalizado en el que se hallan. Por favor, un poquito de confianza en las cosas, personas y demás varietés del ecosistema humano.
¡PUM!
– Al tipo que cuece estas líneas por ser más ácido que un chicle de manzana verde caducado y más incontrolable, incorregible y metebromasmalas del espacio-tiempo actual, pasado y futuro. Que siempre actualiza con el blog cada dos por tres, que pesado, que pesado, que si ahora moda, que si ahora el rey del mundo con las críticas que si ahora el fútbol…«jodío» fútbol que diría mi abuela. Total que eso, un cansino de aúpa y que hace historia. Por favor, que alguien le diga algo, rápido y urgentemente, antes de que sea demasiado tarde.*
*PD: Si, parece que se me va la chapa, y es correcto, pero de vez en cuando conviene hacer autocrítica, que es el primer camino para poder hacer crítica 😉
CONSEJO DEL DÍA:
«Dejemos las conclusiones para los imbéciles»
(Pío Baroja dixit)